En tan solo 48 m² útiles, transformamos este pequeño piso en un hogar completamente funcional y lleno de luz. Gracias a una distribución inteligente, conseguimos integrar dos habitaciones, una zona de salón-cocina abierta y un baño completo, optimizando cada metro sin renunciar al confort.
La clave del proyecto estuvo en redistribuir los espacios para ganar amplitud y circulación, apostando por soluciones a medida, tonos neutros y mobiliario integrado. Un ejercicio de interiorismo donde el diseño y la funcionalidad conviven en armonía, en pleno corazón de Gijón.